martes, 15 de octubre de 2013

Historia de Luis

 El Problema de Luis


Luis tiene 15 años, asiste a un colegio privado en la ciudad de Lima, Perú. El es un chico bastante tranquilo y un poco tímido. El es corto de estatura a comparación de sus amigos, por lo cual recibe el apodo de chato o enano lucho.
 Estos apodos comenzaron a raíz de que todos sus amigos comenzaron a crecer y el no. Poco a poco, se comenzaron a dar situaciones en el colegio en donde Luis era molestado e humillado por un grupo de alumnos de su grado. Estos casos comenzaron a ser cada vez mas frecuentes hasta que un día, Luis no aguanto mas. Al intentar defenderse para poder ir tranquilo a su recreo, uno de los estudiantes abusa de el empujándolo haciendo que el caiga el piso.
Este acto solo desencadeno que los demás chicos comiencen a escupir encima de el y a patearlo. Luis (ahora con moretones en el cuerpo) acepta que los demás alumnos lo molesten y cada vez siente mas desesperación por ayuda. Sin embargo, el tiene la duda de que si habla acerca de su problema con los abusivos, puede que los demás lo marquen de “acuseta” o “bocón” y hasta puede que cause una pelea con estos.

Francisco, su amigo del barrio, sabe por lo que pasa Luis a diario. El escucho que a un par de cuadras hay un dojo en donde se practica Jiu-Jitsu Brasilero, un arte marcial basada en la defensa personal y las sumisiones. Ya que se acercaban las vacaciones Luis tuvo una idea. Si el podía mantener el ritmo del arte marcial, aprendiendo esto podría pegarle de vuelta a sus abusivos.       El fue entusiasmado con Francisco para su clase de prueba. Al terminar la clase, el maestro hace que se presenten ante la clase y la razón por la cual están ahí. Luis, un poco incomodo, responde que quiere aprender a luchar porque unos abusivos lo molestan y el quiere poder defenderse.
El maestro sorprendido espera hasta el final de la clase y lo llama a un costado para hablar del tema. El le dice que para poder aprender esta arte marcial se necesita disciplina y autocontrol para no usar los conocimientos fuera del dojo. También, le cuenta que en la historia del Jiu-Jitsu Brasilero, existía un hombre llamado Helio Gracie. Este hombre era flaco, de baja estatura y su fuerza física le daba apenas para poder hacer un par de barras. Este hombre fue capaz de encontrar la harmonía con su cuerpo y remplazo lo que le faltaba con técnica y entrenamiento duro. Helio Gracie probo que su arte marcial era perfecta y cualquier ser humano, por mas gordo ,chato ,alto, flaco, débil, fuerte, etc. Era capaz de aprenderla a su perfección si dedicaba el tiempo indicado y la paciencia para aprender.

Luis, después de 2 meses de vacaciones regresa a clases. Entrando al colegio, lo esperaba aquel grupo que gustaba de molestarlo. Luis, con confianza, sigue su camino hasta que uno de los abusivos lo agarra de la mochila para fastidiarlo. El llamado“ enano lucho”  da media vuelta y le advierte que a estado entrenando para ese preciso momento, y por esto, el debería dar un paso atrás y dejarlo tranquilo. El abusivo se ríe y al intentar darle una cachetada en la cara, Luis rápidamente agarra su muñeca y con la misma viada lo manda al piso. Rápidamente se posiciona encima de el y le repite lo siguiente: “Mi maestro no me permite mostrar mis habilidades fuera del dojo. Si quieres saber mas acerca de autocontrol y como yo, el ENANO Luis, puede defenderse ante alguien el doble de su tamaño, puedes acompañarme al dojo, yo y mis compañeros te lo dejaremos en claro”. Luis se paro, agarro la mano de  su ahora “ex – abusivo” y lo ayudo a pararse. Dejando a los demás abusivos de lado, el agarro sus cosas y se marcho. Justo cuando planeaba seguir su camino, una profesora los detiene y  lleva a ambos donde el director para que les pongan la sanción merecida.
Ahí, Luis se queda callado y espera a que el abusivo que comenzó la pelea diga la primera palabra. El abusivo entonces avergonzado de lo sucedido, le cuenta los hechos al director y confiesa haber molestado a Luis durante un buen tiempo. Este decide aprovechar el momento y le pide disculpas a Luis. El, sin resentimientos, acepta la disculpa y se dan la mano. El abusivo recibe su merecida sanción y queda suspendido 2 semanas por abuso a otro estudiante. Luis no recibe ninguna sanción ya que el nunca se mostro agresivo a pesar de la situación. Ambos se retiran de la oficina y saliendo, los demás deciden pedirle disculpas a Luis.


Luis es ahora un campeón nacional en su categoría y da, junto a su maestro, seminarios acerca de defensa personal y como combatir el “bullying” o abuso escolar. Lo que podemos aprender de esta historia es que cuando nos encontramos en un caso como este, es importante hacerlo saber a nuestros amigos, familiares y conocidos. Luis, al practicar el arte marcial, obtuvo confianza en si mismo y pudo enfrentar, con cuidado y de manera técnica, al abusivo .Esto se refleja a la practica y autocontrol  que el obtuvo durante su entrenamiento. Este tipo de casos se da mucho en todo el mundo y saber como actuar es la mejor manera de prevenir el abuso escolar.

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